
Las fiestas del colegio son eventos muy especiales donde no solo disfrutamos con nuestros hijos, sino que contactamos con otras familias. Por supuesto también está presente el centro escolar, y más aún si hablamos de las famosas fiestas fin de curso. Estas fiestas están teniendo lugar en estos días donde en prácticamente toda España acaba el curso escolar.
Hablamos de este tema porque por una lado creemos que todavía se está haciendo algo mal en cuanto a alimentación se refiere. Nos referimos por ejemplo a que en lugar de fomentar las prácticas saludables de comida, se potencia justo lo contrario. Las chucherías y los refrescos azucarados parecen ser la estrella de estas celebraciones, apoyadas consciente o inconscientemente por los colegios.
Lo primero que se me viene a la cabeza es la fiesta fin de curso de la guardería de mi propia hija donde despedimos el curso el viernes pasado. En este caso era una merienda que se prolongaba hasta el anochecer, con pequeñas actividades realizadas por los pequeños. Centrándome en el tema del post, quería comentar que al terminar cualquier actuación de los niños, se les premiaba con una bolsa de caramelos.
Esto no debería ser, como ya sabemos, el premio a nada, porque entonces estamos diciendo que cuando hagan algo bien, tendrán una dosis gratis de azúcar. Ya hemos comentado en alguna ocasión que no podemos controlar todo lo que toman nuestros hijos en el colegio. Pero si podemos intentar mejorar algunas prácticas muy poco recomendables. Afortunadamente, mi hija ni siquiera las probó porque no sabía ni lo que eran, y se dedicó a tirarlas como si fuera un juego.
Por otro lado tenemos el ejemplo que los padres tenemos que dar en estos eventos llenos de niños. Era evidente que el alcohol iba a estar presente de una u otra forma, en este caso como cerveza. Si en anteriores artículos hemos hablado de dar ejemplo para que ellos nos imiten, es importante por tanto no descuidarnos en estas fiestas. Ellos probablemente será la primera vez que nos ven en un entorno distendido fuera de casa, bebiendo algo que claramente no es agua.
Pero no todo fue negativo, y un ejemplo de esto es la iniciativa de que los padres lleváramos algo para compartir. Nosotros llevamos una receta de pastel sin azúcar que subiré próximamente al blog. Pero hubo otros padres que nos sorprendieron gratamente, llevando brochetas de fruta que nuestra hija devoraba. También pudimos descubrir al mismo tiempo que a nuestra hija le gustan las cerezas, ahora que es temporada.
También trajeron bebidas, como la riquísima agua con fresas que estaba deliciosa. Esto es algo que quizás no se hace demasiado en España, pero en otros países es muy común poner trozos de fruta en el agua para darle sabor. Es una forma de beber agua sin que sea tan aburrido, en el caso de que el agua nos parezca una bebida poco atractiva. Además no lleva gas, por lo que los niños pueden beber la cantidad que quieran.
¿Cómo son las fiestas fin de curso del colegio o guardería de vuestros hijos? ¿Creéis que hoy en día se presta más atención a lo que se ofrece en estas fiestas en cuanto a comida? No seáis tímidos y contadnos vuestra experiencia, tanto si es negativa como positiva.
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